jueves, 18 de julio de 2013

Para vos.

Desde que entraste en mis días, esto era distinto. Pudo haber durado sólo esa noche. Pudo haber durado una semana más, un mes, dos, cuatro...pero era diferente. Eso seguro.

En el comienzo no supe muy bien cómo tomar las cosas. Era raro, lo admito. Estaba sintiendo muchas cosas nuevas. Cuando te comencé a querer, me cegué. Me ganaste. Me mereciste. Y me encantó.

Pasó más de un año desde esa noche y un poco más de 9 meses desde que estamos juntos. En este punto, ya sos casi todo lo que necesito y me hace bien. Casi lo único. No quiero que esto suene cursi, pero me cambiaste varios aspectos de la vida. Y si algún dia lees esto, por más que ya no andemos juntos por todos lados, recordá que sos y fuiste especial. Y que todas las veces que te dije que me iba, lo dije pensando en volver. Porque no te miento cuando te digo que tus abrazos son lo mejor. No te miento cuando te digo que sos la razón por la que hago muchas cosas que antes no hacía. Sos esa excusita que necesitaba para seguir. Para creer un poquito en mí mismo.

Y sé que te falta la costumbre de sentir que te quieren. Pero sabés qué? te encontraste con alguien que te quiere. Mucho. Y no es la clase de amor que dura lo que dura la relación. Porque estoy seguro de que siempre vas a representar lo que representás hoy, quizás con otro color. Quizás en otro contexto. Pero me parece importante que sepas que siempre voy a hacer lo posible para no decepcionarte.

Y si, me gustaría poder ayudarte en muchas cosas. Quiero poder solucionarte varios temas...pero supongo que eso no es posible.

Entonces ya sólo me queda reordarte que acá me tenés. Estoy paradito al lado tuyo. Y si a veces me pongo pesado con pelotudeces, es porque tengo miedo de perderte. Es que eso me pasa: no quiero perderte.

Gracias por tanto.

Ojalá nunca me olvides. Porque yo nunca me voy a olvidar de vos.