domingo, 4 de octubre de 2009

Me mirás a los ojos y me decís que no cambié nada. ¿Qué sabés? Ni siquiera creo que te acuerdes de cómo soy. Es más, ni siquiera sé si alguna vez llegaste a conocerme. Y lo único cierto, lo único que sé es que desde que te fuiste cambié mucho. Ahora me llevo mejor con el dolor y aprendí mejor a tragarme toda la tristeza y las ganas de llorar o de gritar para poder poner una sonrisa ante todo y todos. No es engañarme a mí mismo. Yo sé como estoy. Es sólo tratar de no angustiar a los demás. Sí...siempre fui así, supongo que en eso no cambié. Me preocupo mas por los sentimientos de todos los demás que por los míos propios. Pero no dejo que nadie comparta el peso de mis angustias. Todavía tengo un nudo en la garganta que te contiene a vos. Entonces, ¿podés decir que es eso lo que ves en mis ojos cuando me mirás fijo?