miércoles, 25 de febrero de 2009

Cuando uno aprende a perder, y no le tiene miedo lo que viene adelante, piensa, sueña y crea futuros sin ningún variante, ese es el momento en que uno está perdido, y si no encuentra solución, finaliza su destino. Si crea un mundo así, todo acabará, no creer en sueños y futuros, a una depresión te llevará. Sin querer sentirse así, uno no puede combatir, es el destino el que manda y es el principio del fin.